EG: Esto resulta muy interesante porque toca muchos temas que se vinculan con la historia de la educación, en este caso historia de la educación superior; también aborda la historia de la ciencia, historia de las profesiones universitarias; a partir de qué momento surgieron determinadas profesiones y el tema de la reforma universitaria. Muchos creen que desde ahora se está hablando de este tema cuando ha sido un tema permanente en la Universidad.
DM: ¿Cuáles son algunos de los mitos alrededor de la fundación de la Universidad?
EG: Se le atribuye a Francisco Marroquín pero en realidad él no fundó la Universidad. El obispo Marroquín fue un impulsor, quien dejó un fondo para que se creara un colegio mayor, pero no fue fundador de la Universidad. Marroquín aparece en los billetes de cien quetzales, atribuyéndole la fundación de la Universidad. En el reverso del billete de cien quetzales hay una imagen de la Universidad de San Carlos, lo que refleja la importancia de este hecho. Fundar una universidad es un hecho tremendo, porque implica no solo hacerlo en papel, sino hacerlo concretamente en la realidad: construir las instalaciones, tener las personas adecuadas. Ese es el aporte de José Mata Gavidia, porque él dice quienes fueron los que realmente fundaron la universidad. Fundar una universidad implica un ordenamiento interno, un presupuesto, contratar profesores, etc. Mata Gavidia cuenta los nombres y los sucesos para crear los reglamentos y normativos, lo que costó muchísimo. La intención de Mata y Gavidia es que estos actores se reconozcan. Por ejemplo, a Francisco Marroquín, a Sancho de Barahona y a otros, les reconoce su papel como benefactores de la universidad porque dejaron recursos para que se pudieran utilizar después, pero no fueron los fundadores. Para que la universidad comenzara a funcionar y se fuera asentando pasó mucho tiempo. Y los problemas siguen siendo increíblemente los mismos: los recursos, el espacio físico y los criterios para quién era la universidad: quiénes podía entrar y quiénes no, la selección de profesores. Eran grandes retos, el tema de la reforma universitaria y la más importante fue la que se hizo a fines de siglos XVIII, cuando era rector Antonio de Liendo y Goicoechea hizo una transformación increíble: cambiar el enfoque de una universidad dirigida con criterios religiosos a una universidad con criterios más científicos.
DM: ¿Qué ocurrió con la universidad luego de la Independencia de 1821?
EG: La Universidad fue cancelada con la Independencia y fue refundada para hacer una nueva Universidad en un modelo republicano, en el período de Mariano Gálvez. Entonces se adoptó el modelo francés, el de la academia de estudios, que es lo que se llama también la universidad napoleónica, en donde la universidad no está concentrada en un solo lugar sino que está dispersa en varios lugares, lo que siguió durante todo el siglo XIX. Esto lo podemos ver en el Centro Histórico de la Ciudad, por un lado está el Museo de la Universidad de San Carlos, antigua Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales por otro lado está la antigua Escuela de Medicina-Paraninfo Universitario, hoy Centro Cultural Universitario, por otro está la Escuela de Ciencias Naturales y Farmacia, etc. Era una Universidad disgregada.
DM: ¿Cuál es su reflexión sobre el modelo actual de campus central o Ciudad Universitaria?
EG: Cuando se planteó un nuevo modelo, considero que es copiado de la tradición anglosajona, que corresponde al modelo de los campus universitarios. Esto es algo muy interesante ya que se puede analizar cuál es concepto con solo analizar cómo está distribuido el espacio. Porque en el centro del campus está la Biblioteca, el concepto es que la Biblioteca es el corazón de la universidad, muy dentro de la tradición anglosajona, aunque también se ha desviado hacia las aulas. Este campus fue inaugurado en 1954, cuando la ciudad llegaba al Trebol, este campus quedaba lejísimos y cuando uno mira los parqueos que en la actualidad son casi los mismos que cuando fue inaugurada, lo que quiere decir que la universidad no fue pensada para todos, era muy elitista, en momento que se concibió fue una universidad para las élites. Se pensó en gente que iba a trasladarse en vehículo hasta aquí, ahora ya no porque la ciudad creció y la universidad fue absorbida.
DM: ¿Cuál es la importancia de la universidad pública para el Estado?
EG: Yo afirmo que esta es la universidad del Estado. Es la universidad de todos, no tiene una visión ni elitista ni sectaria. Ahora bien, qué se piensa por Estado: es un modelo ideal de Estado. Entonces los valores de la universidad del Estado, son los valores y principios de ese Estado ideal, cuyos valores son la democracia, la equidad, el respeto a la vida, el estado de derecho. La universidad como una universidad de Estado debe expresar esos principios y valores del Estado que representa.
Continuará...