“Me considero ecóloga forestal”
Durante su estancia de intercambio académico en Usac, la Dra. Jones presentó a un grupo de investigadores de la DIGI, un proyecto enfocado en mejorar la conectividad ecológica del paisaje en dos áreas protegidas de Costa Rica, sin embargo explica que anteriormente se ha dedicado a la investigación de otros temas que le han resultado interesantes: “Durante mi doctorado me enfoqué en la ecología del fuego, porque trabajo en la región pacífico norte de Costa Rica y allí el bosque es estacional, tenemos una época seca y otra lluviosa de varios meses y es en esa época seca que se desencadenan los incendios forestales, un problema que me interesé por estudiar; me considero ecóloga forestal”.
La especialista explica que, por lo general los incendios son provocados por personas de las mismas comunidades por causas diversas, incluso para generar cacería, ya que cuando los incendios se dan cerca del inicio de la época lluviosa, surgen los rebrotes, alimento muy apetecible para ciertos animales herbívoros como los venados, y esto se convierte en una estrategia que les facilita acecharlos y cazarlos. “Es así como el fuego se presta para otro tipo de amenazas a la biodiversidad” manifiesta.
Para muchos el término puede ser nuevo, pero en el ámbito académico, la Ecología del Fuego se refiere al estudio de los efectos negativos o positivos de este, dependiendo de las características del incendio y de la adaptación de las especies del entorno; estudia los regímenes de los incendios en los diferentes ecosistemas y climas, y cómo pueden llegar a alterar la biodiversidad.
Tipos de bosque y ecología del fuego
La experta explica que resulta difícil decir cuántos tipos de bosques existen, ya que los factores para clasificarlos dependen de muchas características: altitud, cantidad de lluvia, temperatura, tipo de vegetación y otras, e incluso estas clasificaciones pueden variar de un país a otro:
“Nuestros bosques tropicales en Centroamérica sobre todo en la parte del Pacífico, son idóneos para estudiar ecología del fuego, sin embargo, se ha investigado muy poco sobre el tema, mientras que en México por ejemplo, donde sí se ha investigado, existe otro tipo de vegetación muy inflamable como los Pinos; en Costa Rica no tenemos Pinos, lo que quiero decir es que es importante entender que la composición florística de los bosques es totalmente diferente; incluso en un mismo bosque podemos tener diferentes ambientes y composiciones de plantas”.
Los árboles en los bosques más propensos a los incendios han tenido que ir adaptándose a sobrevivir con poca humedad. Una de las estrategias para lograr mantenerse, es dejar caer sus hojas, ya que al hacerlo gastan menos energía para mantener su estructura y al observarlos parecieran árboles muertos, sin embargo, es una estrategia adaptativa a la condición de sequía y altas temperaturas.
La académica afirma que cuando hablamos de incendios forestales, el fuego en sí no es el problema real, el mayor problema es la reincidencia de estos incendios, lo cual hace que la continuidad de los bosques se pierda; ya que, aunque la masa forestal de un bosque sea muy grande, algunos lamentablemente se queman año con año y eso disminuye la calidad de ese ecosistema. Prácticas como las rozas, que aún se realizan en muchos de nuestros países, resultan peligrosas porque pueden llegar a desencadenar un incendio forestal.
“ Tenemos que atacar este problema con educación y con investigación”
Uno de los principales objetivos del proyecto del cual es parte la Dra. Gabriela Jones es mejorar la estructura de los bosques, prevenir incendios forestales y educar a las personas sobre la importancia y los servicios que los bosques prestan al ser humano: “Los servicios ecosistémicos van desde frutos y madera que son los más conocidos por el común de las personas, hasta aire limpio o filtración de agua a través de la masa forestal; incluso podemos hablar de que aún hoy en día, a pesar de la prohibición de la cacería en varios países, muchas comunidades obtienen alimentación de la carne de ciertos animales silvestres los cuales forman parte de su cultura”.
Finalmente explica que en su país se capacita y concientiza a las personas en las comunidades, para que aprecien la riqueza natural de los bosques, visualicen todo el potencial que tienen y saquen provecho de ellos de manera consciente: “Entendemos la parte del desarrollo, pero la sostenibilidad va de la mano, tiene que haber un límite porque hace muchos años nos decían que el agua era un recurso inagotable y ahora nos damos cuenta de que no es así. Tenemos mucho que perder cuando se pierde un bosque”.
Los servicios ecosistémicos de los bosques van desde frutos y madera hasta purificación del aire y filtración de agua. Fotografía: Saúl Guerra.
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El mayor problema para los bosques es la reincidencia de incendios, los cuales van disminuyendo la calidad del ecosistema. Fotografía: Saúl Guerra