El plástico es uno de los materiales más utilizados a nivel mundial, tanto para actividades industriales como domésticas, gracias a versatilidad. Su producción es tal que, en el año 2018, alcanzó los 350 millones de toneladas métricas, de la cual un 4% corresponde América Latina y el Caribe. Parte del plástico que es descartado se acumula en distintas zonas costeras y marinas, al que se le conoce como basura plástica marina. Estos desechos se pueden clasificar como macroplásticos, cuando son mayores a 25 mm, los cuales por distintas circunstancias se degradan en partículas más pequeñas, de alrededor de 5 mm, que se conocen como microplásticos (MPs); estos microplásticos pueden acumularse en océanos, zonas costeras y en ecosistemas de agua dulces.