En 1960 aproximadamente, los extranjeros que visitaban nuestro país, despojados de prejuicios y con genuina admiración por la belleza de los textiles mayas, empezaron a incluirlos como parte de su vestimenta, iniciando así una tendencia que rápidamente fue seguida por otros sectores. Sin embargo, con el paso del tiempo, muchos diseños de los textiles mayas empezaron a aparecer en productos comerciales de corporaciones extrajeras y diseñadores no indígenas, en la mayoría de los casos sin permiso, distorsionando su significado y excluyendo a los pueblos indígenas del control de su patrimonio. Investigación para Todos, entrevistó a la Antropóloga Lina Barrios, investigadora del Instituto de Estudios Interétnicos y de los Pueblos Indígenas, de la DIGI-USAC, investigadora de la cultura maya con especialidad en el área de textiles, autoridades ancestrales y Popol Wuj, para entender en qué consiste la apropiación cultural indebida y cuál es la situación actual del movimiento que desde hace años vienen impulsando varias organizaciones para la creación de una ley que permita el reconocimiento de la propiedad intelectual colectiva de los textiles mayas a los pueblos originarios.