Un elemento común entre quienes decidieron abandonar la carrera fue la necesidad de ejercer un trabajo de manera simultánea con los estudios, situación que les impedía hacer frente a la demanda académica.  Se determinó además que los estudiantes que no lograron aprobar los cursos de Química, Física, Biología y Psicología, tenían probabilidades de abandonar la carrera hasta en un 67%, sin embargo, del total de estudiantes que había aprobado todos los cursos, existía también un 8% con probabilidades de abandonar los estudios, por otros factores no académicos.

Rony Ríos, médico, docente y coordinador de esta investigación afirma que el abandono de una carrera universitaria, puede dividirse en tres momentos:  a) abandono precoz:  aspirantes que habiendo aprobado su prueba de ingreso, deciden finalmente no inscribirse en la carrera que había sido elegida b) abandono temprano: el que ocurre en los tres primeros semestres de la carrera; en el caso de medicina en el primero o segundo año y c) abandono tardío: el que ocurre cuando el estudiante ha cursado más de la mitad de la carrera.

En 2019, un equipo de investigadores coordinado por Ríos desarrolló el proyecto: Estrés académico, funcionalidad familiar y éxito académico en estudiantes de primer año de la carrera de Medicina, Universidad de San Carlos, el cual se enfoca en analizar aquellos factores  que influyen para que los  en que los estudiantes aprueben o reprueben sus cursos: “El estrés es cualquier situación que a un ser humano le causa un desequilibrio en su estabilidad emocional; el estrés académico es un proceso de carácter adaptativo y psicológico: carga de estudios, relaciones interpersonales, procesos desconocidos, etcétera. Cuando el desequilibrio obliga al alumno a realizar acciones para afrontarlo y regresar a ese equilibrio inicial, eso es estrés académico. Indica la ingeniera industrial, Vivian Paola Pérez, docente de la Facultad de Ciencias Médicas e investigadora en este proyecto.

Por otro lado, Pérez explica que la funcionalidad familiar es la capacidad de un grupo para asumir sus roles y responsabilidades; sin importar si el grupo familiar vive o no bajo el mismo techo.  El éxito académico por su parte, puede definirse de varias maneras: “Implica la percepción que de sí mismo tiene un egresado; pero para nosotros en este estudio el éxito académico lo definimos en función de la aprobación de los 8 cursos que los estudiantes llevan a lo largo del primer año”.

 Los investigadores explican que existen varios tipos de factores que influyen y determinan el rendimiento académico de un estudiante:

• Factores individuales: entre los que se incluyen edad, género o estado civil.
• Factores académicos: adecuada orientación profesional, tipo de establecimiento del que provienen, carga académica de la carrera.
• Factores propios de la institución: recursos universitarios a disposición de los estudiantes, interacción con profesores y estudiantes, normas que rigen a la institución.
• Factores socioeconómicos: capacidad económica de los padres, trabajo, compromisos familiares.

El primer año es igual o más estresante que el último

“Si bien es cierto que en la carrera de medicina todos los años son estresantes y la carga académica es muy fuerte; es durante el primer año que el estudiante tiene ese proceso de adaptación, por llegar a un sistema al que no está adaptado. Para algunos jóvenes es fácil formar nuevos hábitos, sin embargo, a otros les cuesta más ese proceso. Es en primer año donde se da más el fenómeno del abandono y la repitencia” afirma Claudia Guzmán, especialista en investigación y quien forma parte del equipo que desarrolló el estudio.

La experiencia docente de este equipo de investigación les permite afirmar que estudiantes que en teoría no llevan la base médica que supondría el éxito en la carrera, sí han logrado mantenerse por cualidades como persistencia, planificación del tiempo, objetivos claros y vocación.

Principales resultados del estudio

La investigación se llevó a cabo a través de un muestreo voluntario, con estudiantes de primer año, de primer ingreso (no repitentes ni reasignados de otras facultades) con los ocho cursos asignados, se llevaron a cabo dos mediciones en diferentes momentos del año lectivo. El éxito académico se midió a final del ciclo lectivo, de acuerdo a las notas aprobadas de cada estudiante.

Durante el primer momento de la medición, (al inicio del ciclo académico) el 94% de los estudiantes presentaron algún nivel de estrés.  Lo interesante para los investigadores fue comprobar que con el transcurrir de los meses, la variación cambió, mostrando en la segunda medición (realizada previo  al  5° examen parcial) un incremento considerable de ese estrés de nivel leve a moderado o severo. En este segundo ejercicio el 99% de los estudiantes, auto percibió estrés académico. La población más afectada fue la población femenina.

Un dato interesante que concluyó este estudio fue que el éxito académico está relacionado en cierto grado con la escolaridad paterna: “Cuando el padre tiene un nivel académico universitario, esto influye en el éxito académico del hijo o hija; consideramos que este resultado se dio porque dentro de esta muestra encontramos muy pocas madres con educación superior” afirma Vivian Pérez .

El elemento en el que se observó menos variación fue la funcionalidad familiar; sin embargo, los investigadores afirman que los resultados del proyecto demuestran que el apoyo y una sana dinámica del grupo familiar, es determinante en el éxito académico de los estudiantes.

Finalmente, el coordinador de la investigación,  Rony Ríos recalca que existen un número de factores que inciden en el rendimiento académico de los estudiantes en cualquier carrera universitaria y comparte que del grupo de estudiantes participantes en el estudio, el 65 % logró aprobar el total de los cursos asignados en primer año, lo cual se traduce en éxito académico.  “Es importante ingresar a la Universidad, pero es más importante egresar y graduarse” concluye el investigador.

Un curso reprobado implica para los estudiantes de la carrera de Médico y Cirujano, repetir el primer año.   Fotografía: Roberto Cifuentes.