En cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño y los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo 138 y 182 y a las metas de la Agenda Hemisférica sobre trabajo decente. Según la Organización Internacional del Trabajo y el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, cerca de 86% de los niños, niñas y adolescentes ocupados se encuentran en trabajo por abolir. De éstos, 11.1% tienen entre 5 y 9 años, 49.0% tienen de 10 a 14 años, y 39.9% son adolescentes entre 15 y 17 años.

La legislación guatemalteca también considera como trabajos peligrosos, el trabajo doméstico en casa de terceros, el trabajo en minas y canteras, el de transporte, y el de la construcción. Sin embargo, el Convenio OIT 182, establece que las peores formas de trabajo infantil son las actividades absolutamente prohibidas que constituyen delitos perseguibles:

(a) Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas, como la venta y la trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, el trabajo forzoso u obligatorio, el reclutamiento obligatorio en conflictos armados;

(b) la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, producción y actuaciones pornográficas;

(c) la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños en actividades ilícitas como la producción y tráfico de estupefacientes.

Respecto al trabajo peligroso, existen sanciones internacionales a países cuyos productos de exportación incluyan mano de obra infantil. Debido a esas presiones, las economías de los países han realizado esfuerzos por regular la situación. Sin embargo, el problema ha sido tan intenso, prolongado y no reconocido, que los plazos de erradicación no han sido cumplidos.

Fotografía: Alfonso Arrivillaga Cortés, Digi

La regulación del trabajo infantil

La Constitución Política de la República prohíbe el trabajo de niños menores de 14 años y la Convención sobre los Derechos del Niño consagra la protección de toda persona menor de 18 años contra la “explotación económica y el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso, entorpecer la educación o ser nocivo para la salud, el desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”. Otros instrumentos que hacen referencia al trabajo infantil son:

(a) La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (1989)

(b) El Convenio de la OIT 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo (1973). Ratificada en Guatemala hasta en 1989.

(c) El Convenio de la OIT 182 sobre las peores formas de trabajo infantil (1999). Ratificado por Guatemala en el 2001.

(d) La Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Ratificada por Guatemala en 1990.

A esto se le agrega la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (LPINA). Sin embargo, las acciones trazadas como metas de Estado, que no han sido ejecutadas inclusive van perdiendo vigencia.

No obstante, las ordenanzas nacionales e internacionales, el trabajo infantil continúa siendo secuela del papel que desempeñan los países pobres como instrumentos dentro del gran concierto de las naciones. Así, cada una de las decisiones de los rectores de la economía internacional, cada caída de los precios de los productos tradicionales y no tradicionales que producimos y las especulaciones financieras, da como resultado miles de familias con niños y niñas sumiéndose en la reproducción del círculo de la pobreza en Guatemala.

Fotografía: Julio Estrada, Digi 

A manera de reflexión final

El plazo que Guatemala se propuso para erradicar progresivamente el trabajo infantil, no fue suficiente. No se logró cumplir con la meta propuesta para el 2015 de erradicación de las peores formas de trabajo infantil, y a un año escaso (2020) de cumplirse el plazo para la meta propuesta de erradicación del trabajo infantil en general, hay apenas pequeños avances.

Se requiere un conjunto de esfuerzos, entre ellos el debate honesto sobre: 1) si los hogares quedarían en una situación peor de la que están. 2) si el país está dispuesto a evitar la perversión económica de acudir al trabajo infantil, y 3) si se ha avanzado lo suficiente en la erradicación de la desigualdad sincrónica de las distintas regiones del país y en la desigualdad diacrónica, que se manifiesta entre generaciones.

Otros esfuerzos operativos incluyen considerar el papel que las familias, el Estado, los gobiernos, los empleadores, el comercio internacional, y la población en general deben jugar en la cadena de responsabilidades para:

(1) La adecuación en la asignación de tareas, promover el trabajo formativo, pero, sobre todo, dejar de ver a los hijos e hijas como el soporte económico del hogar.

(2) El desarrollo de proyectos de erradicación de la pobreza. Legislar bajo la doctrina de protección integral de la niñez. Promover la erradicación del trabajo infantil de alto riesgo.

(3) Coadyuvar en la resolución de las problemáticas estructurales que condicionan a la población a arrojar a la niñez al trabajo obligatorio. Apegarse a las políticas salariales justas con vistas a mejorar su competitividad y productividad. Impulsar políticas internas de responsabilidad social.

(4) Aceptar un trato justo en la comercialización de las producciones guatemaltecas. Y reconocer que las políticas de ajuste estructural son los rubros que más resienten los pobres de Guatemala.

(5) Generar mecanismos locales de protección hacia los niños y niñas de las comunidades urbanas y rurales, propiciar esfuerzos interinstitucionales e impulsar la auditoría social en el cumplimiento del interés superior del niño y de la niña.

Referencias

Alliance. (2017). Estimaciones mundiales sobre el trabajo infantil: Resultados y tendencias, 2012-2016. Ginebra.

Instituto Nacional de Estadística. (2013). Informe Nacional sobre Trabajo Infantil en Guatemala de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida. ENCOVI 2011. Guatemala: INE

Organización Internacional del Trabajo, OIT. (2004). Síntesis de los resultados de la encuesta de trabajo infantil en Guatemala. Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC). Programa de Información Estadística y Seguimiento en Materia de Trabajo Infantil (SIMPOC).

Organización Internacional del Trabajo, OIT & Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, IPEC. (2004). Invertir en todos los niños. Estudio económico de los costos y beneficios de erradicar el trabajo infantil.Organización Internacional del Trabajo. Ginebra.