Los desafíos de estos tiempos son complejos y uno de ellos lo constituye educar para la incertidumbre, lo cual significa: “proveer a los estudiantes de instrumentos que los ayuden a enfrentarse a situaciones desconocidas y que les permita adaptarse a los nuevos contextos, así como a circunstancias que cambian constantemente” (Gordillo-Castillo, 2016, p. 81)
Para Gordillo-Castillo las herramientas intelectuales para enfrentarse a lo desconocido incluyen:
(1) el desarrollo de la capacidad analítica y crítica para leer objetivamente los contextos; (2) el desarrollo de la capacidad de aprender de las propias experiencias, así como de las ajenas; y (3) el desarrollo de la capacidad de establecer relaciones sanas y equilibradas (2016, p. 84).
La educación universitaria no debe limitarse a proveer conocimientos para desempeño de una profesión, sino que debe trascender a crear condiciones para que los estudiantes adquieran “herramientas para enfrentar las incertidumbres, así como herramientas que le den sentido a la vida” (Gordillo-Castillo, 2016, p. 81).
Gordillo Castillo añade:
Los seres humanos enfrentamos la incertidumbre de manera natural o espontánea… una de las funciones de la educación universitaria es proveer herramientas estructuradas, coherentes y sistemáticas que les permitan a los estudiantes comprender el mundo en que viven. El “conocimiento histórico” y el desarrollo del “pensamiento histórico”, así como la capacidad de establecer relaciones sanas, son herramientas fundamentales para afrontar las incertidumbres de la vida que la Universidad debe desarrollar en los estudiantes (2016, 81).
Referencia
Gordillo-Castillo, E. (2016). Enfrentando lo desconocido: educación para la incertidumbre en el nivel universitario. Ciencias Sociales y Humanidades, 3(2) 2016, 81-87. https://doi.org/10.36829/63CHS.v3i2.281
Sobre el autor
Enrique Gordillo Castillo. Licenciado en Historia por la Universidad de San Carlos de Guatemala. Realizó sus estudios de Maestría y Doctorado en Historia en Tulane University, New Orleans, Estados Unidos de América. Ha sido investigador del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (CIRMA), de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) de la Dirección General de Investigación (DIGI) de la USAC. Es Profesor Investigador del Departamento de Investigación de la División de Desarrollo Académico de la Dirección General de Docencia de la USAC.