Imprimir esta página

“Cuando entré a la Universidad y descubrí que podía ser científica, mis metas cambiaron” Abigaíl Ajanel, Bióloga guatemalteca en Estados Unidos Destacado

Escrito por
Valora este artículo
(5 votos)
"Cuando entré a la Universidad y descubrí que podía ser científica, mis metas cambiaron"  afirma la investigadora. "Cuando entré a la Universidad y descubrí que podía ser científica, mis metas cambiaron" afirma la investigadora. Fotografía propiedad de Abigaíl Ajanel

Cuando Abigaíl Ajanel Gómez tenía 15 meses de edad, salió de Guatemala junto a sus padres hacia Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades de vida y dejando atrás el recuerdo de la violencia del conflicto armado en nuestro país.  Hoy en día, con una Maestría en Biología y como parte del Fresno State, College of Science and Mathematics en Estados Unidos, esta apasionada científica tiene como próxima meta obtener un doctorado en Biología Molecular y sueña con impulsar iniciativas que permitan más niñas y mujeres mayas en el ámbito científico.

INVESTIGACIÓN PARA TODOS: (IPT)¿Cómo nació su interés por la ciencia?

ABIGAÍL AJANEL GÓMEZ (AAG): Mis padres emigraron a Estados Unidos cuando yo tenía 15 meses de edad, a causa de los recursos limitados que entonces teníamos en Guatemala. Cuando yo tenía alrededor de 3 años nos mudamos a un lugar donde a causa de la cercanía con la Universidad, la mayoría de los residentes del lugar estaban involucrados en el ámbito de las ciencias de la salud. Creo que allí empezó mi interés científico. Para mí es difícil recordar mucho acerca de cuando era muy pequeña, sin embargo, uno de los recuerdos vividos que aún mantengo es de cuando hubo una semana acerca del cuerpo humano para niños en la iglesia a la que en ese entonces asistíamos. Dibujamos, coloreamos, e incluso observamos algunos órganos y aprendimos de cosas como la estática con globos y la importancia del ejercicio para nuestro cuerpo. El segundo proyecto importante que aún recuerdo es cuando diseñé mi propio esqueleto a escala en preprimaria. Nos acostamos en el piso y dibujamos nuestras siluetas y luego colocamos algunos huesos y órganos mientras nos explicaban sus funciones (todavía conservo la foto). Mis padres luego emigraron a Costa Rica donde estudié el resto de la primaria. Allí me enamoré del curso de Ciencias Naturales. Aún recuerdo el color del libro; era azul. Ciencias Naturales abarca muchas cosas y creo que me “infatué” con varias cosas en esos años: especies en peligro de extinción, conservación de ríos, y por supuesto el cuerpo humano entre otras cosas. Sin embargo, la idea que yo podía ser una científica nunca pasó por mi mente. Nunca relacioné una profesión con las diversas cosas que me interesaban.

IPT: ¿Qué deseaba estudiar cuando era niña? ¿Cuál era su meta?

AAG: Inicialmente mi meta era ser médico. Honestamente no tenía la menor idea que podía ser científica. En todo caso, yo relacionaba ciencia con ser médico; no conocía nada más. Nunca aprendí sobre biólogos moleculares, microbiólogos, inmunólogos o bioquímicos. Había escuchado de sus especialidades, y por esa razón todo lo relacionaba con medicina, nunca con la investigación.  Esto causó que convertirme en médico fuera una meta durante toda mi adolescencia. Sin embargo, cuando entré a la universidad y descubrí que podía ser científica mis metas cambiaron.

 

IPT: Sus metas cambiaron cuando ingresó a la Universidad. ¿Por qué?

AAG: Para ser franca, al entrar a la universidad aun quería ser médico. Incluso aprobé todas las pruebas para ingresar a la facultad de medicina en la USAC. Sin embargo, Dios o el destino como quieran llamarle tenía algo diferente para mí. Alguien sugirió la idea de estudiar medicina en los Estados Unidos. Para mí era un sueño, sin embargo, parecía imposible debido a mis recursos económicos. Entonces alguien sugirió Puerto Rico, que es territorio americano y me otorgaría un título americano de forma más accesible. Entrar a la escuela de medicina acá es un poco diferente que en Guatemala. Primero debes obtener una licenciatura y los prerrequisitos como química general, biología general, física I y II etc. Así que cuando la Universidad de Puerto Rico me aceptó, yo decidí estudiar la licenciatura en Biología. Escogí la carrera por conveniencia, pero terminé amándola por la investigación. La Biología me expuso a un mundo diferente de la ciencia, aprendí que el mundo de la ciencia era vasto. Conocí la investigación científica pura, y descubrí que ser científica estaba a mi alcance.

 

IPT: ¿Cuáles fueron los principales obstáculos que enfrentó como mujer durante sus estudios superiores?

AAG: Tuve la dicha de que las casas de estudio a las que he asistido han sido lugares bastante equitativos en cuanto a cuestiones de género. Sin embargo, mis propios preconceptos a veces han sido difíciles de vencer. Ideas como, las mujeres no son buenas para las matemáticas eran conceptos que aun yo creía y repetía. En la universidad me di cuenta de que nada de eso era cierto. Todos tenemos la capacidad de ser excelentes en cualquier ámbito, lo único que se necesita es disciplina. 

 

IPT: ¿Cómo ha sido su experiencia al trabajar o investigar en Guatemala?

AAG: Guatemala es mi patria y es donde se encuentra mi familia. Es también el lugar donde he tenido el privilegio trabajar al lado de mentes brillantes y aprender de ellas. Nuestro país tiene mucho que ofrecer y si existieran los recursos que aplican otros países para la investigación sería mi primera opción para ejercer.  Lamentablemente, no hay campo en nuestro país para el área a la cual quiero dedicarme, pero es mi deseo que en un futuro pueda trabajar en proyectos que sean relevantes y de beneficio para nuestro país.

 

IPT: Su próxima meta es obtener un doctorado en Biología Molecular. ¿Por qué le interesó ese campo?

AAG: Mi interés en la biología molecular empezó en la clase de biología general en la Universidad cuando estudiamos en detalle la célula. Me pareció increíble que cuando estudiábamos el funcionamiento de algo tan pequeño como la célula, es como si habláramos de toda una industria grande y compleja. Luego de tomar biología celular y molecular ya no hubo vuelta atrás; la biología molecular me había cautivado. Fue mi profesor de biología molecular, Dr. Carde quien me motivó a la investigación y me instó a tomar una clase de proyectos especiales. En esta clase apliqué por primera vez el método científico a un problema real; buscábamos determinar si mediante medidas morfológicas podíamos establecer la etapa fértil de las hembras Anolis pulchelus (un tipo de lagartijo). Esto era importante porque, para saber la etapa fértil de estos lagartijos, estos se debían sacrificar. Si lográbamos determinar su estado fértil con solo medirlas podíamos evitar que murieran. De esta experiencia aprendí tres cosas importantes: no quería ser ecologista, me fascinaba la investigación y las células eran mi pasión. Hasta ese entonces no tenía claro en qué tema de la biología molecular me iba a concentrar. Ahora que ya terminé la maestría tengo más claro a lo que me deseo dedicar. Mi interés es entender la comunicación intercelular, en breve como es que nuestras células se comunican.    

 

IPT: ¿Cuál es la diferencia de ser una científica en Guatemala y en los otros países en los que ha investigado?

AAG: Lamentablemente el apoyo para una científica en Guatemala es escaso. No porque no haya mentes brillantes, muchas de las personas más brillantes que conozco son guatemaltecas egresadas de nuestras universidades, pero el recurso económico para ser un científico no existe. Personas como la Dra. Elisa Hernández hacen un increíble trabajo para impulsar la ciencia en Guatemala con recursos limitados. Esto limita que las personas conozcan que es el trabajo de una científica o simplemente conozcan qué es lo que hace un científico. Yo soy un ejemplo de esta falta conocimiento, nunca nadie me dijo que ser científica era una opción. No tenía idea de la carrera de debía seguir para ser científica. Cada vez que les preguntan a mis padres sobre mi profesión, ellos deben dar una larga explicación de qué es a lo que me dedico. Me alegra mucho que ya hemos empezado a abrir más laboratorios, pero tenemos mucho por hacer todavía.

 

IPT: Después de alcanzar el Doctorado ¿Cuál es el siguiente plan?

AAG: Laboralmente, mi meta es trabajar en una compañía de biotecnología dirigiendo mi propio proyecto de investigación. Socialmente quiero ser parte de iniciativas y proyectos que incluyan más mujeres al ámbito científico.

IPT: ¿Le interesaría impulsar iniciativas para mujeres mayas que desean convertirse en científicas, en Guatemala?

AAG: Ese es mi sueño. No solo facilitar más ciencia en Guatemala, pero que haya una iniciativa que se enfoque en niñas indígenas. Creo que las niñas indígenas son uno de los grupos más marginados si hablamos de educación. Primero por ser indígenas y luego por ser mujeres. Mis padres me enseñaron a valorar mis raíces mayas; nunca entendí lo importante que era valorar mis raíces hasta que me mudé a Centroamérica. Muchos aún poseen la idea errónea que ser indígena y mujer te limita, y eso muchas veces es inculcado en nuestras niñas. Quiero decir a las mujeres, y en especial las niñas mayas, que si la ciencia es lo que les apasiona, hay un lugar para ellas. Sueño con el día en el que ver un apellido maya como primer autor de investigaciones científicas sea tan común como ver un apellido anglosajón.  

IPT:  ¿Qué le diría a quienes preguntan si una mujer puede combinar sus roles de madre, esposa y científica a la vez?

AAG: Tengo sentimientos encontrados sobre esta pregunta, por la razón es que si fuera un chico nunca me preguntarían si puedo combinar los roles de padre, esposo y científico a la vez. Sin embargo, entiendo que de las mujeres se tiene ciertas expectativas y esta pregunta nos deja mostrar que efectivas podemos ser las mujeres.

Mi respuesta breve es ¡Sí! Una mujer puede hacer todo eso y más. El laboratorio donde hice mi tesis de maestría es dirigido por una increíble científica Dr. Karine Gousset; ella es madre, esposa y dirige todo un laboratorio con excelencia. Conozco muchas otras mujeres científicas quienes lideran investigaciones, laboratorios o poseen altos rangos en industrias de biotecnología quienes han sobresalido como científicas y son excelentes madres y esposas. Creo que lo importante es encontrar un compañero de vida que sea comprensivo, te respete y te apoye.

 

IPT: ¿Cuánto tiene que ver el apoyo de la familia y el entorno académico para que las mujeres puedan alcanzar sus metas?

AAG: El ejemplo familiar es muy importante. Yo crecí en un hogar muy igualitario. Ver que mi papá participaba en las tareas en la casa y apoyaba a mi mamá, me permitió no limitarme en mis sueños, porque mi visión es que yo puedo alcanzar y dedicarme a lo que desee, ya que, en un hogar las responsabilidades son compartidas y no algo que solo me corresponde a mí como mujer. El entorno académico también es importante, mis padres no fueron a la universidad hasta después de haber formado un hogar, pero me inculcaron el amor por la educación. Si hay algo que los padres pueden hacer por sus hijas es creer en sus capacidades intelectuales.

Un mensaje final…

"Aunque el trasfondo de quien lea esta nota no sea igual al mío quiero que sepan que su sueño o meta no es inalcanzable. Nosotras las mujeres guatemaltecas somos capaces de lograr lo que deseamos independiente de nuestro color de piel, credo o ascendencia. ¡Tú eres brillante y capaz! Necesitamos más mujeres científicas en todos los ámbitos, necesitamos ecólogas, microbiólogas, bioquímicas, químicas, físicas etc. Tu experiencia personal es de valor a nuestra comunidad científica y te necesitamos".

Después de titularse como Bióloga, Abigaíl regresó a Guatemala y trabajó durante un tiempo en el laboratorio de biología molecular del Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de San Carlos de Guatemala.  Fotografía propiedad de Abigaíl Ajanel. 

 

 

Laboralmente, la meta de Abigaíl es trabajar en una compañía de biotecnología dirigiendo su propio proyecto de investigación. Socialmente desea ser parte de iniciativas y proyectos que incluyan más mujeres mayas al ámbito científico. Fotografía propiedad de Abigaíl Ajanel. 

 

Visto 21291 veces

Lo último de Bárbara Argüello

Artículos relacionados (por etiqueta)

Joomla3 Appliance - Powered by TurnKey Linux